Hoy en día, las redes móviles son la parte más dinámica de las infraestructuras de comunicación críticas y el instrumento clave utilizado para realizar actividades diarias que van desde la mensajería de voz y texto hasta la señalización para servicios de emergencia e infraestructura crítica. Independientemente de las garantías de seguridad que proporcionen los operadores de redes móviles, hay mucha evidencia contundente que de hecho muestra lo vulnerables que son estos sistemas. Últimamente, parece un hecho común cuando en internet aparecen conversaciones telefónicas privadas o fotos de funcionarios del gobierno, celebridades y líderes empresariales, aunque estos individuos suelen tomar precauciones adicionales cuando se trata de su privacidad y seguridad personales. En muchos casos, una idea equivocada común es que las violaciones de seguridad como estas son muy complicadas y costosas de ejecutar y sólo pueden ser logradas por agencias de inteligencia de seguridad de alto rango, el crimen organizado o los hackers más sofisticados. Esta percepción es comprensible, ya que la mayoría de la gente está capacitada para ver una red de comunicación móvil como un sistema compuesto únicamente por las tecnologías más avanzadas. Sin embargo, en realidad una red de telecomunicaciones es un sistema complejo construido en subsistemas que cada uno tiene diferentes niveles tecnológicos, con la seguridad de toda la red definida normalmente por el nivel de seguridad del enlace más débil.